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Guía de Isora 2 de Mayo de 2014
No digas plagas
que te salen bichos por la boca
Esta frase nos decían con sabia experiencia nuestras
madres y era consejo que se obedecía sin matices
hasta que llegaron las blasfemias importadas por indígenas
que fueron al cuartel y, sobre todo, por peninsulares – que
pocos buenos han venido – y el lenguaje se trastocó hasta el punto que desaparecieron las jergas sabias, tales como la chicharrera de la que nunca más se supo, porque pocos recuerdan ahora términos vocales como fule, tortolín, nota, popi, quedada, ¡ay!, cámbate, mascota (en su versión pandillera), andoba, sobaco, porcallona, fajina…etc., esenciales definiciones que nada ni nadie cuidó y se perdieron.
Hoy, en su lugar, otra forma de colonización se ha hecho de nuestro léxico como si de un aparato tecnológico se tratara o tratase. Lo que hay, colega (…), que es otro apelativo que casi no se usa. Colega o pana, que es más latino.
Pues al hilo de lo que enunciamos, oímos, leemos y contemplamos en la tele, resulta que una vicepresidenta del gobierno (…) de las Españas todas, se eleva en el hemiciclo (…) contesta como enrabietada que ella, Sor Aya, “en mi puta vida jamás he cobrado un sobre…” Y se sienta en el banco azul, gracias a dios. A su lado, don Mariano que tiene la cabeza teñida de blanco y gris, sonríe satisfecho. Esta es mi ministra, salió a mí, por algo se llama Santamaría., ji ji, qué gran general ha perdido el ejército lleno de sudamericanos. A lo mejor, pienso, los jóvenes que no han servido, podrían haberse reclutado. Ay. No sé si Sor Aya hubiera o hubiese dado la talla. Seguro que una buena corneta.
Y no está bien que se digan palabrotas y menos en un escenario tan presuntamente noble como el congreso de los (di) putados/as y menos en boca de esta mujer poderosa, concentrada como un cartucho; educada (…) en colegios de pago y con título universitario, circunstancia que debió conferirle lo que se llama buena educación y verbo fluido y correcto. Pues no. Y, además, hay antecedentes obscenos en el mismo recinto: hace poco una diputada dijo ¡que se jodan!, refiriéndose a los trabajadores o parados que le votaron. Y no pasó nada: la señoría sigue ahí. Como la inmensa mayoría, demasiada mayoría en manos de esta pila (…) de mentirosos que intentan gobernar abusando de los más desamparados. Otro apunte: doña Monica(ca) de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios insultó a los jóvenes llamándolos parásitos y que no sirven para nada y recomendando que se le pague cada vez menos a ver si espabilan. Y no ha pasado nada. Esta doña Monica(ca) debería estar imputada, creo. Ambas – lo escribí hace un tiempo – están inoculadas del virus de las amas de cría que fue más fuerte que la tenaz crueldad de las monjitas. Pero ayer ganó el Real Madrid y es casi lo único que interesa, a pesar de la mafia del fútbol y sus obscenos sueldos y nivel de vida. Lo entiendo, porque las tertulias están llenas de analfabetos pagados y ya cansan. Todo está diseñado para que – un milagro digno de los papas recién elevados a los altares – sigan ahí los que por su vida golfa debieran estar entre rejas. Es la impunidad de los ricos ladrones que siempre, siempre, fueron corruptos cuando el ser “político” era el pillo hipócrita y nada de bueno se le exigía para votarle.
Que se jodan o en mi puta vida. Dos poemas pronunciados por mujeres hembras que cogen el micro, así, y se sientan y se sienten satisfechas de lo que acaban de decir que es un pecado. Son liberales, dicen. O cristianos demócratas. O ronaldos, que es casi igual. Como Sor Aya, tan pizpireta y preparada pero que le traiciona el subconsciente de su paso por la disciplina del cinturón (…) de castidad, de su apellido de galeón y su complejo napoleónico, que era general bajito, como Franco, Stalin o Hernán Cortés, todos varoncitos arrecho. Lo cierto es que la que puede ser presidenta es mal hablada, pero como es de derechas todo le será perdonado por el pueblo –mayoría absoluta – que sabe quién maneja la doble vara de medir.
Es la marca España o similar.
Cheche Dorta