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Guía de Isora 11 de Nov. de 2014
La semana que pasó
Y debemos pensar en lo de los enamorados
conservadores fieles a sus santas que venían
a esta tierra a verse con sus amantes profesionales,
a la consulta de Cataluña y la que no se hace acá,
o a las encuestas que sitúan a jóvenes en puestos
de relevancia en próximas elecciones, a la imputación de lo más granado de Madrid y su leve paso por la cárcel que ya abandona el golfo (nada presunto el Jaume Matas) que hablará si no le sueltan, lo de la infanta y su esposo o viceversa que está blindada.

El camión de la basura de Maspalomas, gran lujo, que nos promociona como excelencia a la par que la Feria de Turismo en Londres, que Soria siga como ministro sin aprobar y que Clavijo sea la gran esperanza blanca del nacionalismo de risa, que los plumíferos a sueldo escriban al unísono a favor de Repsol, que los alcaldes (ahora) se pronuncien a favor del Hospital del Sur después de haber permitido que no se haya construido, o que en lo que uno escribe estas líneas ya se ha destapado un nuevo caso de corrupción, sólo han pasado siete días.
Por lo que debemos hacer una profunda reflexión y lograr la máxima transparencia y mucho diálogo y consenso, que diría un padre de la patria, senador por ejemplo, mientras va y viene sin hacer nada.

Se me olvidaba: Alfonso Guerra se despide de la política, lo que invita a sospechar que el hombre, un veterano irónico, sabe lo que debe llegar aún. Creo.

Pero no hace falta salir de este vergel de belleza sin par (con teleférico incluido) para sentirnos avergonzados por unos pequeños detalles que nos atañen mucho más que el fútbol, casi imbatible. Por ejemplo: dos diputados, del PP casualmente, tenían una novia promiscua en esta tierra y la visitaban con frecuencia adolescente – es un decir – viajando en clase guapa y pagándose de su bolsillo los billetes de avión. Eso decían pero con la boca chica y mintiendo. Todavía no han dimitido ni los han encauzado. Todos hemos visto como lloraban de emoción al sentirse respaldados por sus camaradas que le reconfortan sutilmente – hay comprensión en las prietas filas – en los tibios aplausos que en el lenguaje de signos significa que esto le pasa a cualquiera, José Antonio, aguanta, que esto se olvida en un par de días ¿vale?, podías haber confesado que el amor llega así de esta manera y nadie tiene la culpa, lloras un poco y se te perdona como persona humana y religiosa, conservadora y liberal que eres. Tranqui presi, ya hemos hecho dimitir al colega de Teruel, otra casualidad que sea de nuestro partido, y no pasa nada. Pero has mentido y lo tienes fatal, fatal, fatal. Lo que tenías que haber hecho es pedirle a nuestra secretaria general en jefe, la Cospe, la copia de su histórico discurso de lo diferido y habías quedado bastante bien, ¿vale?, si.

Y terminamos con la vergüenza que significó (ya está olvidado y ni se comenta) la imagen de los negritos o moros que estuvieron en Maspalomas, como apestados al sol, sin agua y sin que nada ni nadie les socorriera, hasta que llegó el camión de la basura y se los llevó como ganado al matadero. Y pasó aquí, en un municipio puntero  en turismo, gobernado por un alcalde que usurpa, sorry, el nombre de un emperador romano, otra casualidad: es del PP y que la única determinación que tomó fue quemar la patera en la que habían llegado a la orilla de la excelencia. Y que sea del partido que es responde a la lógica más elemental, cuestión de la que hablaremos más pronto que tarde.

Resumen: agachamos la cabeza si la Ley (…) no permite que se consulte a los canarios si estamos o no de acuerdo con las prospecciones petrolíferas, que es inocuo con lo que el domingo sucedió en Cataluña, por ejemplo, que puede ser ilegal pero que está sujeta, la legalidad, a distintas y diversas interpretaciones. No ocurre en nuestro territorio, aunque sí la imagen penosa de los pobres seres presuntamente humanos que daban asco a los ripiados turistas, horrorizados por el temor al ébola o a la negritud. Por cierto, no he visto ni he leído nada de la iglesia ni de los obispados, dos, sobre esta falta de todo lo que significa humanidad. Como siempre.

Siento algo parecido al asco, al vértigo o al mareo. Se me pasará, gracias a dios, porque esta noche, nuestra alegrona tele autonómica da Viva la Fiesta y la Revoltosa. El que no se consuela es porque es un mal agradecido.

Cheche Dorta