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Guía de Isora 19 de Sep. de 2014
Debo hablar del petróleo
Entretenido estaba viendo cómo se desenvolvían
los más guapos de la isla en el escenario de mi pueblo,
cuando noté como una musa o muso, llamó mi atención
indicándome sutilmente que no debería estar ocioso –
ue es el tiempo libre de la persona humana – y
que tendría que ponerme a escribir sobre la belleza de las plataformas y del hidrocarburo que hace posible que los aparatosos artilugios que ocupan la plaza son posibles, de momento, gracias a que algo se quema y produce la electricidad para que, ya de noche, los más bellos del lugar luzcan con todo su esplendor físico, que es la única e indispensable virtud que le exigirá el fallo del jurado casi siempre popular. Y en eso estoy, envidiando la juventud de los místeres que nos representarán en futuros concursos internacionales, ojo.

Dicho lo cual declaro que estoy radicalmente en contra de las prospecciones que van a perforar el lecho marino de nuestro mar o de quién sea, cerca está. Bueno, y aprovecho para ponerme farruco y decir que, además, diría no al puerto de Granadilla, al anillo insular, al teleférico de El Teide, a los concursos de estos ninis que les quitas la cobertura y se quedan en nada, al Toro de la Vega y a la Romería de la Virgen de Dolores; al tolete canario (es un deporte, dicen los eruditos, y no un votante), a la salvajada de las promesas crueles que dejan las rodillas moradas como lirios, a los decibelios exagerados…y un largo etcétera que me dejan, ya era hora, como un radical nada moderado ni centrista, lo que implica una declaración casi tan punible como la del clan de los catalanes, pero con menos dinero. Algo es algo.
De manera que debo hablar del petróleo, porque creo que es algo tan trascendente para Canarias que no sé el porqué aún no hay movilizaciones masivas en contra de la multinacional que va a descontrolar a las islas todas para sacar algún rédito a esta sinrazón. Una empresa que como todas las grandes hacen su trabajo con pocos trabajadores, golpean y se van. Y ahí te queda el huevo (que nos falta) y pélalo. A ver quién es el guapo que se pela, haciendo el sacrificio de perder su melena y  no ganar el concurso de guapura. Se van al Abama, musita un vecino bien informado, ellos se hospedan allá abajo, ¿sabes?, no. Pues tú ignoras, remacha, y acepto que es verdad. Ahí los tienen concentrados y bien comidos, con su gimnasio, su spá, su talasoterapia o como se diga, sus fisios y nutrólogos, sus estilistas y sus maquilladoras. Todo ello movido por el petróleo, te guste o no te guste, ¿vale?, sí. Pues entonces ponte a caminar, se recrea mi interlocutor, porque tu siempre vas en coche ¿o no?, si, lo reconozco. Y, además – se prolonga el tormento – ellos que son varones, no necesitan supositorios (…) ni bífidos activos para dar del cuerpo; eso se deja para las mujeres hembras, ¿vale?, si. Tu, prosigue, siempre has sido un bombardino y estás en contra de todo, el teleférico es muy bueno para el turismo y da muchos puestos de trabajo, el puerto de Granadilla traerá el gas que es mucho mejor que el petróleo y también empleará a mucha gente; el anillo insular tiene unos puentes preciosos, italianos, que ahorrará tiempo y dinero a los automovilistas para llegar a ninguna parte…¿te parece poco?, no. Y me callo, dándome cuenta que aún no he dicho nada del petróleo, abacorado por la elocuencia de un paisano, canario de corazón.

Y me voy sin replicar, pensando que las catas para no encontrar nada e intentando autoconvencerme que si hubiera o hubiese habido petróleo o gas, los marroquíes – aliados de USA - ya serían una potencia petrolífera. Y que nosotros, los canarios y canarias, volvemos a dejarnos engañar como cuando UNELCO aterrizó aquí, masacró la isla, pero hizo posible que podamos ver las innumerables cadenas (…) de la televisión o que podamos jugar con el último grito de la telefonía móvil o celular (que diría un latino salsero) o que yo te mande un mensaje aquí mismito, a tu lado, al otro lado de la mesa, ¿viste?, si. Y confiésate, oíste, porque la Romería de la Virgen de los Dolores es una tradición y no se puede herir la sensibilidad del pueblo conejero que lo único que hace es cantar seguidillas para animar a la imagen, ¿te parece poco?, no. Y de que maten un toro es un escrúpulo. Hazte vegetariano y, si no, te callas, ¿está claro?, si.

Y se me acaba el espacio y no he hablado del petróleo. Esa diversificación de la economía que traerá, de nuevo, la prosperidad a Canarias, convirtiendo a esta tierra rodeada de mar, en una potencia petrolera, como Nigeria o Venezuela. Y con las ganancias de ese producto podremos comprar agua embotellada y gofio, a proponer, a Marruecos. Y Soria ¡por fin! será nuestro presidente. Y Clavijo de segundo. Ah, me olvidaba, Abreu el candidato de La Laguna comprobará que el agua de su enésimo pozo le sale salobre, como el de una pila de iglesia que acaba de bendecir nuestro obispo, que no es candidato pero vota.

Así que piensen en lo que nos puede pasar que – haya petróleo o no – será muy malo para el presente y el futuro. Y que agujerear el lecho marino a profundidades abisales es molestar al Teide, por ejemplo, y si el hombre despierta no sé lo que podrá pasar. Y que la dignidad debe estar por encima de ensayos peligrosos y obsoletos. Y que ya tenemos ejemplos de sobra para desconfiar de estos golfos de cuello y corbata (no todos están en la cárcel) que saben el ganado que gobiernan. Peninsulares pocos buenos han venido, pero el peor godo es el canario adulón. Creo.

Cheche Dorta
Comentarios
El petróleo fue la salvación de los políticos, porque este tema desvió de una forma brutal los temas importantes.