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Arona 18 de Febrero de 2014
La aventura de entrar a Ten Bel
Foto: Dux Garuti
El acceso al centro comercial presenta una imagen totalmente destrozada, por el paso del tiempo, por falta de mantenimiento y por las lluvias.

Los vecinos, comerciantes y hasta visitantes a la zona de Ten Bel ya no saben qué hacer ni a quién recurrir para que de una vez de mejore el asfaltado de la entrada a este núcleo aronero. El acceso al centro comercial presenta una imagen totalmente destrozada, por el paso del tiempo, por falta de mantenimiento y por las lluvias, que rematan este acabado propio de un paisaje lunar.

El centro comercial, que alberga negocios de bares, restaurantes, tiendas de víveres y suvenir, entre otros, “cada vez está más muerto”, dice un afectado, y eso que “nos aguantamos con los pocos turistas que vienen a tomar alguna copa”. Pero si el acceso no se arregla pronto perderán la escasa clientela que les queda.

El eterno problema de Ten Bel es el limbo en que se encuentra. “Esto es privado, no hay ninguna comunidad y el ayuntamiento tampoco hace nada”, comenta un comerciante que se está pensando si seguir abierto o no. Aunque se creó el año pasado una plataforma para salvar a Ten Bel, los afectados no han visto hasta ahora ninguna solución para la entrada a esta zona que alguna vez albergó el mejor turismo del Sur.

Pero el mal estado de la entrada no es el único problema de Ten Bel. A pesar de que el consistorio aronero, a través del Plan Urban acondicionó algunas zonas de este núcleo, no es suficiente para recuperar lo que en su día fue, un paraje atractivo para los turistas. Canchas deportivas descuidadas, jardines abandonados, y la delincuencia que campea a ciertas horas hacen de este núcleo un lugar poco apetecible para visitar, algo que no combina con Las Galletas o Costa del Silencio, donde la diferencia en el cuidado del entorno se hace notar.