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Arona 8 de Abril de 2014
Estimada sociedad
les diré algo,
"¡son una manada
de falsos!
El domingo día 6 de abril, madrugas para buscar
el pan como la gran mayoría de los humanos en el planeta, los que tenemos la suerte de poder. Por tu cabeza pasan miles de pensamientos, ideas, sueños, proyectos incumplidos, seres queridos, verdades, mentiras, alegrías y tristezas por un tubo. Hoy la comidilla está en La Opinión de Tenerife, con una noticia sobre el tema educacional y sonrío de rabia, impotencia o porque siento que los humanos somos ignorantes voluntarios.

¿Educación de qué? Que falsos somos y digo somos, porque llevas una actitud obligatoria por la sangre que arrastras y el tiempo hizo que fueras de esta forma, tan absurda. Vino a mi memoria cuando estudiaba 1º de B.U.P. en Agüimes y me importa un rábano volver a repetir la historia un millón de veces antes de morir. Escribí esto en el libro aquel criticado por un periodista, pero es un papa frita sabiondo, obsesionado con las mentiras políticas por puro y duro interés. Mi padre leyó el libro cuatro veces, porque le costaba asimilar la verdad escrita donde confieso que el mismo profesor de matemáticas nos vendía productos tóxicos y nos invitaba. Mi padre flipaba porque jamás imaginó que su hijo mayor, estuviera en el instituto aprendiendo y consumiendo mierda, traída por el mismo profesor.
Hablan de fracaso escolar en la misma portada y ahora toca culpar al que trinquen. Culpamos a las familias, pero las familias en gran parte están destrozadas y separadas. Mejor no tocar la educación de los hijos, porque muchos ven a los ignorantes de sus padres peleando por manutenciones y fincas o casas y horarios de fines de semana con dichos hijos. Y si tocan a esos abogados que les importan mucho menos las historias, intentarán alargar las peleas para levantar todas las monedas posibles. El amor es amortizar. ¿Culpamos a los profesores con el cuento de que trabajan pocas horas? Vamos a decir que deberían contratar más profesorado para las horas de tarde, porque muchos padres trabajan montón de horas, para poder llegar a mitad de mes con ese esfuerzo y sufrimiento. ¿Culpamos a los políticos? Tampoco quiero culpar a los políticos, porque ellos son el reflejo del pueblo. Es decir, voy a culpar a todo Dios, porque todos somos culpables, y bien culpables.

Somos una manada de charlatanes vendedores de humos y mentiras que hasta los mismos mentirosos creen sus propias mentiras. Muchos creen que la felicidad está en tener montón comprando todo aquello que los más inteligentes nos meten por la cabeza, para no decir por otra parte. Las modas para vestir, marcas de coches con nuevas tecnologías, teléfonos de la última moda donde puedes hacer y deshacer ver y no ver. ¿Somos unos monstruos?

Termino la carta hablando muy poco de Kilian, el nieto de Candelaria que murió con 27 años en la cárcel el sábado día 5 de abril. Amaneció con su cuerpo tendido en la cama, pero su alma ya estaba volando donde nadie sabe dónde. Llevaba más de un año encerrado en Tenerife II, cumpliendo condena por cualquier motivo, pero Kilian es una víctima más de este mundo absurdo, donde creció en la puta calle, con la educación callejera y la poca que su abuela Candelaria pudo dar y soportar. Sin embargo la condena ha sido desde el mismo momento que nació con su destino asqueroso, sin tener culpa ninguna y sin pedir permiso.

Hoy nos abrazamos su abuela y yo, y me da gracias por acompañar un poco en el duelo, pero ¿Gracias por qué? No hace falta y estoy muy triste, de tantas mentiras en esta sociedad cargada de alimañas, garrapatas con dos patas y buitres con títulos y peor todavía, sin títulos.

Gracias por estar ahí querido lector y Kilian, si estás leyendo esto, te diré lo mismo que a tu hermana y a tu abuela, porque no se que decir en estos momentos y es “Todos nos encontramos”. Te vi en el cajón y estabas muy guapo. Un abrazo.

Juan Santana