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Arona 20 de Septiembre de 2014
El gran concurso de pesca
de Tijarafe
Son las seis y media de la mañana
en el mes de septiembre en Tijarafe,
La Palma y estoy en una casa en lo alto
de una montaña, bautizada con el nombre
de El Lomo. A las siete viene a recogerme Marcos, antiguo alcalde de Tijarafe y luchará nuevamente para volver a llevar el timón del Municipio, porque siente que faltan cosas, al igual que reconoce que tuvo errores que no piensa volver a repetir.

Es un puntal y puntual para recogerme y bajamos en su coche al Bar Canarias a tomar el cafecito y recoger los bocadillos para el Gran Concurso de Pesca que cada año hacen en la Fiesta del Diablo. Llevo años siendo responsable de llevar los bocadillos y sinceramente no tengo ni p. idea la razón, pero sin darme cuenta estoy de jefe de bocadillos. Los primeros años participaba, pero ni con trampas ganaba y ahora solo ayudo hacer la paella y bajar los bocadillos, aunque siempre pido una tapa de tortilla mi gran vicio para desayunar. Allí encontramos a Juan de Cádiz, pero trincado por una tijarafera hija de Víctor, que este año se apunta, pero es para descansar del niño de tres años que lo tiene quemado.
Bajamos al Porís de Tijarafe un verdadero paraíso que han puesto más de una vez
en la Cuatro para toda España, porque cuando vinieron a grabar, casi no vuelven a Madrid, porque este lugar es un verdadero paraíso. Tienes que bajar en coche hasta un parking que hicieron y luego caminar unos diez o quince minutos, hasta llegar a la cueva gigante. Allí encontramos a Siro, persona que llevó el diablo el año pasado en la gran fiesta. Dimos los bocadillos a los participantes y nos quedamos Siro, Marcos y yo, hablando de cosas bonitas y de algunos problemas del mundo. A las diez aproximadamente llega Carlos con los productos para la gran paella y comenzamos a prepararla con mucho amor, para que antes de la una y media esté acabada.

El concurso de pesca es de ocho o nueve de la mañana (pues no me acuerdo si ocho o nueve y eso que llevo montón de años), hasta la una de la tarde. Siempre bajan turistas o visitantes a ver la cueva, nos hacemos fotos para el recuerdo y somos todos felices. Este año gana por segunda vez la misma persona y aprovecho para escribir la queja de algunos, porque la carta también la leen en Tijarafe. En el pueblo dicen que si pueden cambiar las normas y que las mantas o rayas, entren en otra tanda, porque no ven como pescado este animal, pero resulta que su carne es muy sabrosa y de todas maneras dicho queda. Una vez son entregados los premios, comienza el banquete paellero y este año me zampé tres platos bien cargados, sin miedo alguno al qué dirán, además había bastante. ¡Pero qué buena estaba la paella!

Cada día cuando vivimos de una forma más o menos placentera, tenemos por obligación de agradecer a quién quiera que sea responsable, por este regalo tan lindo, llamado, libertad. Gracias por regalarme vuestro tiempo y espero que la carta les haya gustado un poquito más que sea y feliz fin de semana. Un abrazo.

Juan Santana