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Tenerife 16 de Julio 2014
Desde el Teide, trabajadores
de los aeropuertos gritaron
“no a la privatización de Aena”
El pasado lunes trabajadores canarios de Aena Aeropuertos gritaron a los cuatro vientos que la privatización de Aena Aeropuertos “es un robo y un fraude”.
La venta del 49 % de Aena a empresas privadas (lobbies empresariales, grandes fortunas y bancos), supondrá poner en serio peligro la infraestructura en red más importante del país, los aeropuertos, por donde pasan 3 de cada 4 turistas, siendo España el tercer país en destino turístico del mundo. “No hay ninguna razón argumentada y de peso que justifique tal despropósito”. La única razón que esgrime el Gobierno del PP es que se dará una proyección internacional y de futuro a la empresa. “Desde aquí decimos que eso es una falacia. Aena participa ya en la gestión y operación de 24 aeropuertos en 6 países diferentes”. Aena es el mayor operador de aeropuertos del mundo y quien mueve más millones de pasajeros. Todo ello sin que le cueste al ciudadano ni un euro y sin ningún tipo de inversión privada. La red de aeropuertos se autofinancia sin cargo a los Presupuestos Generales del Estado.
La privatización parcial de Aena supondrá que de cada euro que se ingrese, 49 céntimos se irán a los bolsillos de los accionistas. Ahora los beneficios de Aena repercuten en mejores infraestructuras, seguridad, calidad y en ingresos para el Estado. “Da lo mismo que las infraestructuras sigan con mayoría estatal, como dicen los interesados en este latrocinio, cuando en caso de pérdidas se pretende que sea el Estado, y con él todos los españoles, vía impuestos, quien se haga cargo de las mismas. Las ganancias se las repartirán unos pocos accionistas y las pérdidas las pagaremos entre todos”.
La privatización de lo público, de un sector estratégico para la economía nacional como son sus aeropuertos, “nos empobrecerá a todos un poco más”. El capital privado, cuyo fin es maximizar los beneficios, exigirá su tasa de ganancia de retorno y eso repercutirá negativamente en la calidad de los servicios y en una merma en los estándares de seguridad.
El valor de Aena, ése que ha sido tasado interesadamente en 16.000 millones de euros para su venta, supone únicamente lo que Aena se ha gastado en reformar los aeropuertos en los últimos años. “Es ridícula esa tasación porque no tiene en cuenta los terrenos, los bienes, el saber hacer de sus profesionales y el valor de cohesión social de las infraestructuras aeroportuarias”. Unos pocos años atrás, el valor de tasación de la red aeroportuaria nacional fue de 30.000 millones de euros. Prácticamente el doble que la actual tasación. “Denunciamos, perplejos, que la venta a precio de saldo del patrimonio que es de todos es un fraude con tintes especulativos”.
La privatización de Aena es una operación financiera un “pelotazo”, dicen, dirigida a beneficiar a las grandes fortunas de este país “los amigos”. Los protagonistas de esta operación financiera “sólo buscan lucrase con el patrimonio de todos nosotros, dando cumplimiento así al ideario de cualquier gestor o político que no sirve al interés general. En este caso, privatizar una empresa pública de interés estratégico y general, con proyección de futuro y que tiene beneficios”.
Aena es una realidad fruto del esfuerzo de los ciudadanos y de sus trabajadores. Sus infraestructuras se reformaron en los últimos años sin que costara un céntimo a los ciudadanos, ha cohesionado el territorio, genera miles de empleos y es pilar fundamental del mayor motor de la economía nacional, el turismo. Trabaja en red, cooperando solidariamente los aeropuertos que más ingresan con los que menos para hacerla sostenible.
Desde Tenerife, desde el Teide, techo de España, “lo podremos gritar más claro pero no más alto: la privatización de Aena es un fraude”.
