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Canarias 9 de Julio de 2014
CCOO Canarias denuncia el abandono
en que se encuentra el personal de limpieza respecto a la prevención de riesgos laborales
La Secretaría de Salud Laboral de CCOO Canarias denuncia la situación en de unos 7000 trabajadores y trabajadoras del sector de limpieza, mayoritariamente mujeres, se encuentran a diario en su lugar de trabajo.

El sector de limpiezas es uno de los que permite visualizar la feminización de los riesgos laborales y la discriminación que todavía sufren las mujeres en el ámbito laboral. Como ejemplo CC.OO indica que frente a uno de los grandes riesgos que sufren los trabajadores y trabajadoras del sector, cual son los trastornos y enfermedades musculoesqueléticas debidos fundamentalmente a la repetición de posturas, a la realización continua de posturas forzadas, a la continua manipulación de pesos, los cuales representan, según el Instituto Canario de Seguridad Laboral aproximadamente el 40% de los accidentes laborales.
Como caso ilustrativo de esta situación citan el caso de Ana, una trabajadora de limpieza en un centro sanitario en la Comunidad autónoma de Canarias. “Esta trabajadora sufre en su brazo derecho prácticamente todas las enfermedades profesionales posibles por riesgos músculoesqueléticos; afección del manguito rotador, epicondilitis, dedo en resorte y síndrome del túnel carpiano”.

Ninguna de estas patologías la mutua ni el propio INSS las reconoce como enfermedad profesional con las consecuencias preventivas y económicas que esto conlleva. Como en este caso, las mutuas de accidentes se excusan en que esas mismas actividades las realizan también estas mujeres en sus domicilios, en la edad y en que es el deterioro “normal” de las propias mujeres. En definitiva se les penaliza a las mujeres doblemente la ya doble carga que tiene, la laboral y ser las principales responsables del “orden” en sus domicilios. Es decir, por ser mujeres el reconocimiento de éstas patologías es mucho más difícil.

En este sector de limpieza, la formación e información a los trabajadores y trabajadoras en materia de prevención de riesgos y salud laborales, es prácticamente inexistente, aún siendo una de las obligaciones que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales impone a las empresas.

Asimismo los servicios de prevención no identifican en las evaluaciones de riesgos ni en la vigilancia de la salud, estos peligros, por lo que al final no se proponen medidas preventivas para eliminarlos. Multitud de problemas de salud y accidentes generados por esta falta de medidas preventivas, podría evitarse si existiera una mínima conciencia empresarial.

Otro de los riesgos a los que se enfrentan a diario estas trabajadoras y trabajadores es la gran cantidad de sustancias químicas con las que trabajan y con las que tienen que entrar en contacto, muchas de las cuales son peligrosas para su salud. Exposición a productos que tampoco están identificados en las evaluaciones de riesgo. Se calcula que más de un 6 % por ciento de los trabajadores y trabajadoras del sector en este país sufren daños por sustancias químicas cada año.

Se da la circunstancia de que muchas de estas sustancias pueden y deben ser sustituidas por otros productos menos dañinos para la salud y que ofrecen el mismo rendimiento para lo que son aplicadas (contemplado en el Convenio Colectivo de limpieza de Edificios y Locales Santa de Cruz de Tenerife), o incluso que su acción puede ser reducida por la modificación de la organización del trabajo; pero nos encontramos con un sector en que las empresas actúan con enorme negligencia y se despreocupan de sus obligaciones legales en materia de salud laboral.

Para que las actividades laborales no generen daños a la salud y que, por el contrario, promuevan el bienestar y la salud de los trabajadores/as, es necesario que se sigan criterios preventivos en todas las decisiones empresariales que puedan afectar a las condiciones de trabajo; esto es, integrar la prevención en la gestión de la empresa y de la producción. Por ejemplo, tomar en cuenta los efectos sobre la salud de los y las trabajadores/as en el diseño de los locales y los puestos de trabajo, en la compra de equipos, al organizar el horario de trabajo y al distribuir las tareas y en las sustancias que se utilizan. Se trata de compatibilizar la producción con la prevención teniendo en cuenta la salud de los trabajadores y trabajadoras. Ello compromete al conjunto de la estructura de la empresa y de todos los responsables, incluidos los mandos intermedios –cada uno con su función y responsabilidad dentro de una política orientada a la mejora de las condiciones de trabajo y a la protección de la salud.

Desde CCOO instamos a todos los agentes implicados; empresarios, administración y servicios de prevención a realizar una verdadera acción preventiva sobre este colectivo.