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Tenerife 10 de Junio 2014
El Área de Bienestar del Cabildo colabora
con Cáritas en el Proyecto Lázaro que atiende
a personas afectadas por VIH
Dicha ayuda se traduce en la concesión de una subvención que asciende a 15.000 euros, y que está destinada a cubrir el gasto de personal.

El Cabildo, a través del Área de Bienestar, Sanidad y Dependencia, colabora con Cáritas Diocesana en el desarrollo del Proyecto Lázaro, por el que se dispone de un espacio de acogida de carácter alojativo en el que se atiende y facilita la inserción social de personas afectadas por el VIH así como de aquellas que presentan otras patologías y adicciones. Cuentan con el añadido de que a menudo carecen de redes familiares de apoyo, por lo que se encuentran sin hogar. Dicha ayuda se traduce en la concesión de una subvención que asciende a 15.000 euros, y que está destinada a cubrir el gasto de personal.
El vicepresidente primero y consejero responsable del Área, Aurelio Abreu, señala
que “el trabajo que desarrolla Cáritas a través del Proyecto Lázaro es de singular importancia, porque atiende a un perfil de usuarios que no cuenta con otros recursos tan específicos, y el Cabildo no puede permanecer ajeno a esta realidad”. Asegura que “con esta cantidad, más lo que aportan otras áreas insulares, se garantiza la continuidad del hogar que Cáritas gestiona en Finca España, ya que el Área de Bienestar cubre el gasto de personal que genera el proyecto”.

Cabe recordar que el hogar cuenta con doce plazas de acogida, en las que conviven diferentes perfiles, desde enfermos de VIH hasta personas en situación de riesgo o con patologías duales (toxicomanía y enfermedad mental, por ejemplo), así como un número variable de plazas de atención externa que fluctúa en función de la demanda. Para el vicepresidente, “esta mezcla ha venido funcionando bien y ha contribuido a la desestigmatización de los afectados de VIH, usuarios iniciales de un recurso que se abrió en 1995 para atender a enfermos terminales y que ha ido ampliando su función a más colectivos”.

Este recurso se plantea varios objetivos, tales como desarrollar procesos de intervención individualizados orientados a la promoción e integración social y laboral de la persona, un aspecto en el que aumentaron en el año 2013 a pesar de la crisis. También se realiza un seguimiento médico y social, en coordinación con los servicios sociosanitarios, que permite una recuperación física y psíquica de la persona y la estabilización de su enfermedad, o la coordinación de planes de intervención con los diversos centros de atención a las drogodependencias para llevar a cabo la deshabituación a las adicciones, entre otros.