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Guía de Isora 7 de Noviembre de 2014
Carolina Campo Lupo: “El documental exige
del espectador una actitud abierta para dejarse llevar”
La realizadora uruguaya presenta en MiradasDoc su ópera prima, ‘El hombre congelado’.
La directora uruguaya Carolina Campo Lupo invita al público de la IX edición de MiradasDoc a “dejarse llevar”, a tener “una actitud abierta” que le permita vivir “la experiencia” de la historia de su ópera prima, El hombre congelado. El documental recoge la historia de un grupo de soldados que cruza el océano camino a la Antártida. Deben llevar provisiones a una base científica y su camino es largo y está lleno de peligros. Al alcanzar su destino, el paisaje se vuelve dominante y los hombres lentamente desaparecen en la nieve.
El hombre congelado (83’ / 2014 / Uruguay) es una película “difícil de explicar”, según la autora. Junto a la historia y el tema de ese viaje a la Antártida “en el que vamos en un barco militar bastante viejo, de 60 años, y vamos como entendiendo toda la dinámica” hasta su destino final, “por otro lado, para mí, es más una película de experiencia, es decir, no una película que explica cosas, sino que la idea es que el espectador pueda transportarse y dejarse llevar”.
Para Campo Lupo en esta faceta es donde reside “la gran fuerza de la película”, además, es lo que más le interesa como directora. La realizadora, que reside en estos momentos en Londres, detalla que el documental y el cine en general están viviendo en Uruguay un momento “muy interesante, de florecimiento”, porque “ahora hay un poco más de dinero y un poco más de orden en la dinámica de la producción y se está empezando a experimentar y a producir mucho más, sea con fondos o no”.
La directora de El hombre congelado opta por el cine documental porque “te permite trasladarte a una realidad que no te pertenece y estar ahí adentro y tener que comprenderla, vivirla o tener que explicarla de alguna manera”. Realizar documentales “te obliga a encontrarte con el otro, con algo que de hecho uno imagina cómo es pero no tiene real idea de cómo es y esa posibilidad de real encuentro me parece maravillosa”, no solo por la experiencia de vivirla, sino también por la labor de trasladarla luego al espectador.
