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Arona 12 de Diciembre de 2014
Lo legal y lo ilegal
Lo clamoroso del momento en el que vivimos
y en la sociedad en la que nos quieren incluir
a la fuerza, después de ver esa mezcla de ideas,
procesos, la ida y venida de ese batallón de implicados,
imputados de corrupción, unos condenados y otros a la espera de que escampe toda esta maraña. Por esto nos preocupa más lo que es legal o lo que ya sabemos que es ilegal.

La última campanada que se ha dado en la Comunidad de Valencia, en donde siguen mandando los ínclitos del PP, es para doblarse de risa, y al mismo momento sentir un total desprecio a esos "calientes " que lo hicieron, así como a los que toleran toda esta clase de aberraciones, y más en las circunstancias que arrastramos políticamente y económicamente, en donde seguimos viendo esas colas en Cáritas y en la Cruz Roja, que se hacen, para que vaya el pueblo a matar el hambre en la que nos han dejado a la deriva cuatro gánsteres, y encima casi nos obligan a reírle las patochadas que Rajoy va largando por esas tierras diciendo que estamos en un riguroso crecimiento.
La calaverada hecha por unos ediles en un pueblo de Valencia, con menos de 6000 habitantes, es para colocarla en la mas desdeñosa postura hacia estos crápulas, que se les dio unos teléfonos de última generación, estos "salidos" se gastaron 9000 euros contratando una televisión de sexo al cual ya estaban suscritos, aparte de entrar también en el juego de ese canal, encima de todo esto, el Ayuntamiento les da a cada edil 100 euros al mes para gastos de teléfono. Así de esta forma nos podemos remontar y casi exigir que los recortes que tienen a bien sus señorías de aplicar al ciudadano abrasado por las lindezas del Gobierno que empiecen por sus bases, pero vemos que son incapaces de rebuscar en toda la basura que van dejando en esas cuentas a lo "Gran Capitán" que son una vergüenza para el mismo pueblo, que es el que las ampara y por supuesto las paga.

Haciendo un leve recorrido por la España de camelo, y viendo al ínfulas que nos damos, observamos que hay 8000 Ayuntamientos en España, de los cuales dependen 88000 ediles, pues todo este montante de gastos de telefonía móvil es el que se tiene, en donde se le ofrecen teléfonos de la última generación, a "troncos" que no saben ni hablar, y que parece que están en la política para ver porno por televisión pagada; pues todo este capricho le cuesta contribuyente 32 millones de euros, aparte de unos 8 millones de llamadas consideradas como oficiales, como el decirle a tu mujer “iré algo tarde, no me esperes”.

Esto solo es el vértice de una gran montaña, pues hay que contar a los senadores del Senado, los diputados del Congreso, 17 Autonomías y su consejeros, Cabildos, Diputaciones Provinciales, venimos a estar sobre la mareante cifra de 100 millones de euros al año a pagar por el paupérrimo pobre del españolito. Uno por hacer un queja, a sabiendas que no tiene respuesta, porque todo en este País se hace imprescindible, nos atrevemos a decir, ¿Por qué tenemos que pagar los teléfonos a estos señores?, que alguien nos dé un motivo que sea tangente y que sea por derecho, como les he dicho esto es todo legal, lo ilegal es la arbitrariedad que se hace al uso. Y encima votamos al Gobierno que tolera todo esto, que como vemos es todo legal, a todo esto se les denomina casta, Monago es casta, Cataluña y sus pufos es casta, la UE son casta, los no extraditados a Argentina por crímenes del franquismo, también son casta, de esta forma vemos que lo que dan como legal nos hace mucho más daño que lo ilegal.

Como para escribir un nuevo tratado de conducta, que por lo que vemos la tenemos descompasada, solo vemos arbitrariedades, injusticias, abusos, en donde la misma inmoralidad es la panacea de estas conductas.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com