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Arona 10 de Septiembre de 2014
Las decisiones de una opinión
Es difícil llegar a saber y a veces no entender en qué sitio
pretenden encasillarte en tu trabajo, y más si este es el de
comunicador o periodista que tiene que estar siempre en las
opiniones ajenas o propias para lanzarlas a la opinión pública a través de los medios escritos o audiovisuales.

Cesar Ruano fue maestro de maestros del periodismo español, de afilada pluma, su trabajo fue magistral y más en los tiempos que ejerció con una rabiosa dictadura detrás de la prensa en donde todo se leía en lupa por la nefasta censura, que no eran más que cuatro resentidos en todas las artes de la vida.

Ruano tenía un don, y era de la forma que resumía una noticia política, enseñaba las orejas pero no las perdía y eso en un régimen despótico en el cual se podía hablar de todo menos del comunismo, le iglesia, la falange y por supuesto del Dictador, por lo demás, podías escribir lo que fuera.

Los grandes de la pluma en España han sido la mayoría de ellos y que tengan más de 50 años, alumnos de este Patriarca del periodismo, que como siempre pasa en este país, cuando alguien demuestra que es singular, van a por él. A Ruano se le tildó de ser una pluma que estaba oculta al servicio del régimen, falso. Aquí por un artículo u opinión que hayas publicado en medios, siempre sale el lameculos analfabeto del momento y trata de hacer un insulto rápido porque así este insípido cree que aporta algo más al elenco de la política.
En esta época que nos ha tocado lidiar con la política que tenemos, hay verdaderos maestros que no están exentos de que los pongan a parir por los que antes hemos dicho, periodistas como Ussía, Cebrián, Gabilondo, Carnicero, Herrera etc. Todos estos colegas, cada uno en su idea política, vemos que los hay monárquicos, republicanos, del PP, socialistas, y muchos la mayoría firmes creyentes de la democracia, así que lo que escriben hay que tenerlo siempre como un punto de su razón, que en compañía de otras opiniones harán que este país funcione y se tengan las noticias veraces y sin olor a ningún pesebre que dice que alimenta algunos estómagos de la comunicación.

Pero vemos que no se extingue ese despotismo, los inquisidores, los Torquemadas, que esperan el momento para encumbrase con las cenizas que han ocasionado con los cadáveres de los demás.

Siempre está la hoguera dispuesta para recibir su ración de carnaza, hemos hecho pleitesía a los ineptos, miramos para otro lado ante los ladrones, corruptos, saboteadores de la democracia, esclavistas del obrero, capitalistas despiadados, recaudadores del Medievo, estafadores, especuladores, y todo un enorme avispero de zánganos que tenemos en España.

Solo pretendemos que haya una cordialidad latente y que se siga al pie de la letra que es Ley, como la defensa a toda ultranza de los Derechos Humanos, desdeñar de todo aquello que huela a prepotencia política, que nadie se crea por encima de nadie y mas la clase del poder político que muchas veces olvidan que están en el puesto que están por el deseo de los ciudadanos que le votaron, pero gracias a ese buen sentir de este sistema, ¡Igual que te pongo, te quito!, o sea, nada es vitalicio en democracia como afortunadamente tenemos en este País.

Salvador Barnes
doropress@gmail.com