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Canarias 24 de Septiembre de 2014
“A cada estación hay que buscar su encanto”
Así lo aconseja el psicólogo clínico Víctor Camacho, quién recomienda a las personas que temen por su salud mental con la entrada del otoño.  

“Cada estación tiene su encanto y hay que buscarle los alicientes”, aconseja el psicólogo clínico del  Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife Víctor Camacho. Y lo hace en la fecha precisa en que da comienzo el otoño, una época que para muchos significa caer en un estado melancólico, sentir un cierto desánimo o, peor aún, sufrir una depresión.

Sin embargo, el experto considera que todo es cuestión de “relativizar el miedo” que nos produce el cambio, el paso del verano al otoño en este caso, y tratar de adaptarnos a lo que nos ofrece una estación que es también “fantástica” porque se puede disfrutar del agua o del viento, de los encuentros en casa, de las excursiones al monte. Esto es, “ser más positivos y menos victimistas. Es la clave”.

En su opinión,  el factor que falla es que “no nos conocemos a nosotros mismos”. “La gente es caprichosa”, asegura, y de ahí sobreviene el inventado,  nada riguroso ni científico, “síndrome postvacacional”, advierte.  Un estado que equipara con “la persona que se queda tirado la tarde del domingo porque piensa que al día siguiente tiene que trabajar, y no es capaz de disfrutar de todo el día que le queda”.
“Conocernos a nosotros mismos y nuestra salud mental”, señala Víctor Camacho, vale para todas las épocas, en las que deberíamos planificar nuevas metas y actuaciones. Es aquello de los nuevos propósitos para mejorar, reitera.

Dicho lo anterior, admite que existen ciertas personas predispuestas, precisamente porque su psicología es débil, “porque son emocionalmente más sensibles, ansiosas o que sufren estados depresivos”, a los que el otoño afecta en tanto que hay menos horas de luz y se acaba la alegría del verano  o de las vacaciones.

Sin embargo, cree que “la incidencia en Canarias es mucho menor, precisamente porque tenemos más meses de luz y mejor clima”. Pero insiste en que no hay más que ver las ciudades del norte de la península en que la gente, a pesar del frío, sale a la calle, va de bares o a esquiar. “Porque se trata de sacar partido a la estación en la que nos encontramos”, reitera.

¿Y el cambio de hora? “Claro que es molesto, pero la vida es cambio”, replica. “Cambia la edad, el cuerpo, el pelo, hasta el marido o la mujer…lo que hay que hacer es aceptar las posibilidades que ofrece cada tiempo”.

Como psicólogo crítico con la medicalización de las personas ¬-“tercera causa de muerte en el mundo occidental”, reprocha-, rechaza el recurso “a la pastillita” para sobreponerse a un tiempo que puede ser difícil para algunas personas. Y recuerda que, si bien el 48% de las consultas en los centros de salud tienen que ver con temas de salud mental, la psicología sigue estando proscrita en la Atención Primaria. “¿Por qué? Porque en España hay que poner en crisis la salud mental, no hay salud mental en España”, cuestiona.